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Este país es de los más baratos para viajar en 2024 y tiene castillos de cuento

Este país es de los más baratos para viajar en 2024 y tiene castillos de cuento
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Rumanía es un país que ofrece una experiencia única, transportándote a un mundo lejano a pesar de su cercanía geográfica. A menudo asociamos Rumanía con Bucarest o la Transilvania del Conde Drácula, pero más allá de estos lugares icónicos, el país alberga castillos de cuento que ofrecen un viaje fascinante a través del tiempo y la historia.

Al no ser un país muy extenso, con una extensión similar a la mitad de España, Rumanía brinda la oportunidad de explorar gran parte de su territorio en un viaje de una semana bien planificado. ¡Un destino increíble para viajar en 2024!

Rumanía, un país sorprendente

En Rumanía, la presencia de numerosos castillos es un testimonio vivo de su rica historia y legado patrimonial. A lo largo de los siglos, diversas civilizaciones han dejado su huella en estas tierras, dando lugar a una amplia variedad de construcciones. La majestuosa belleza y la grandiosidad de estos castillos sorprenden a quienes los visitan, revelando la magnificencia arquitectónica y cultural del país.

Castillo Pelisor

El Castillo de Pelișor, construido entre 1899 y 1902, es un palacio situado cerca del Castillo de Peleș en el valle de Prahova, Rumanía. Fue residencia de verano de los herederos al trono y destaca por su estilo arquitectónico que combina elementos de fachwerk con influencias rumanas.

Durante el periodo comunista, se cerró y sus bienes fueron inventariados, pero en 1993 se abrió al público como museo de art nouveau. El castillo cuenta con diversas estancias decoradas por la reina María, incluyendo el Salón de Honor, el dormitorio dorado y la Sala Dorada, donde se exhibe una valiosa colección de arte decorativo del Art Nouveau.

Castillo Cantacuzino

El Palacio de Cantacuzino, construido en 1911 como residencia del príncipe Gheorghe Grigore Cantacuzino, refleja un esplendoroso sueño aristocrático. Situado en una colina con vistas al pueblo de Busteni, consta de un edificio principal, pabellones adicionales y una capilla.

Diseñado por destacados arquitectos rumanos, su interior exhibe una rica ornamentación que fusiona diversos estilos, desde el Brâncovenesc rumano hasta el art nouveau. El palacio, ahora convertido en museo, alberga exposiciones temporales y eventos culturales, y cuenta con un restaurante y actividades al aire libre en sus extensos jardines.

Castillo de Hunyad

El castillo de Hunyad, también conocido como castillo de Hunyadi o castillo de Corvino, es una impresionante fortaleza situada en Transilvania, construida en el siglo XV. Combina elementos góticos, renacentistas y barrocos, destacando por sus siete imponentes torres defensivas y su jardín central.

Este castillo ha sido testigo de eventos históricos significativos, como la victoria sobre los turcos en Belgrado en 1456. Además, se dice que Vlad III, la inspiración para Drácula, estuvo encarcelado aquí. Hoy en día, el castillo de Hunyad es un importante destino turístico que permite a los visitantes explorar su fascinante pasado medieval.

Castillo de Poienari

El castillo Poenari, también conocido como la ciudadela Poenari, es una fortaleza en ruinas ubicada en el Distrito de Argeș, en el valle del río Arges, cerca de las montañas Făgăraş. Construido en el siglo XIII, fue utilizado como principal baluarte por Vlad Tepes, el príncipe rumano que inspiró la historia de Drácula.

A lo largo de su historia, el castillo cambió de manos varias veces y fue abandonado en el siglo XVII, aunque se realizaron reparaciones posteriores. Los visitantes deben subir 1500 escalones para llegar a la fortaleza, que destaca por su ubicación en lo alto de un acantilado y su historia ligada a Vlad Tepes.

Castillo de Rasnov

La fortaleza de Rasnov, construida entre 1211 y 1225, emergió como un bastión crucial en Transilvania contra las invasiones turcas y tártaras. Durante los asedios, sus habitantes se refugiaban dentro de sus muros, transformándola esencialmente en una ciudad fortificada. La excavación de un pozo, a mediados del siglo XVII, resultó en la única derrota sufrida por sus defensores.

A pesar de su resistencia, la fortaleza fue abandonada en el siglo XVIII tras sufrir un incendio y un terremoto. Hoy en día, restaurada, funciona como un museo que muestra la vida medieval y destaca la importancia estratégica de esta fortificación en la historia de Transilvania.

Castillo de Bran

El Castillo de Bran, conocido como el Castillo de Drácula, se encuentra en Bran, Transilvania. Esta impresionante mansión medieval, vinculada al mito de Drácula de Bram Stoker, es una parada obligada para los seguidores de la Ruta de Drácula. Aunque Bram Stoker nunca lo visitó, se dice que se inspiró en su apariencia para crear la morada del Conde Drácula.

Con aproximadamente 60 habitaciones, el castillo cautiva con pasillos estrechos, escaleras sinuosas y una atmósfera evocadora. Aunque «Vlad el empalador nunca residió aquí, su asociación con el mito de Drácula ha convertido a Bran en un destino turístico emblemático en Transilvania. Hoy en día, el castillo es un museo abierto al público, donde los visitantes pueden explorar su fascinante historia y sumergirse en el legado del famoso vampiro.

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